un carro, una casa, una familia, un computador, un perro, un trabajo, un televisor, 170 canales, varios problemas, por supuesto, ninguno de ellos el mío
meses después. Un trabajo y otro montón de vainas que no importan. Eso sí que en ningún momento una casa o un perro o un televisor o 170 canales. Aunque el perro. El televisor. El televisor, eso está claro. Luego vendrán, por inercia, los 170 canales. Lo más probable es que luego sea la casa. Y lo mejor será renunciar
años después. Varios carros, varias casas, una familia, varios computadores, dos perros, un trabajo, muchos y luego ninguno, dos televisores, 170 canales, varios problemas, todos míos y ahora no. Ahora ninguno. Volver a empezar
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